Título:
Pídeme lo que quieras
Serie:
Pídeme lo que quieras #1
Autor/a:
Megan Maxwell
Editorial:
Esencia
Género:
Romántica/Erótica
Año:
2012
Número
de páginas: 434
Tras
la muerte de su padre, el prestigioso empresario alemán Eric
Zimmerman decide viajar a España para supervisar las
delegaciones de la empresa Müller. En la oficina central de Madrid
conoce a Judith, una joven ingeniosa y simpática de la que se
encapricha de inmediato. Judith sucumbe a la atracción que el alemán
ejerce sobre ella y acepta formar parte de sus juegos sexuales,
repletos de fantasías y erotismo. Junto a él aprenderá que todos
llevamos dentro un voyeur, y que las personas se dividen en sumisas y
dominantes... Pero el tiempo pasa, la relación se intensifica y Eric
empieza a temer que se descubra su secreto, algo que podría marcar
el principio o el fin de la relación.
Busqué
este libro un poco después de ser arrasada por la fiebre “cincuenta
sombras” y aunque no tiene nada de parecido, lo erótico terminó
por llamarme la atención y gustarme bastante, y más esta manera tan
distinta del “sexo-tradicional”. Lo leí después de unas semanas
y comencé leyéndolo de manera escéptica ya que la forma de
redacción de la autora me pareció bastante sosa y sumamente
desprolija. Parecía que lo escribió de una vez y que jamás lo leyó
para ver si estaba bien escrito. Pero a pesar de ello, la historia es
bastante entretenida y novedosa.
Acá no hay sadomasoquismo si no que
son parejas Swinger, que me pareció hasta más extraño que el sado.
Compartir a tu pareja con alguien más, a pesar de que el libro te da
a entender el porqué lo hacen y que le ves un “sentido” a sus
acciones, todavía tengo muchas reservas sobre esta práctica sexual. 
Eric
es un personaje que me gustó a medias, es muy parecido a Christian
(perdón a los que le gustó y perdón por la comparación), pero es
así. Me pareció muy parecido y sin esa chispa que tanto me gustó
de Gray, por lo que lo tomé con pinzas al personaje, y siguió sin
llamarme mucho hasta el último libro que más o menos lo acepto. Por
otro lado esta Judith (que nombre espantoso, lo siento, pero lo tenía
que decir JAJA!), que es una persona fuerte, decidida y sumamente
independiente. Si bien a veces es exagerada y tuve ganas de golpearla
en más de una ocasión, es una mujer interesante y divertida, y
súper trabajadora.
Su
relación es un ir y venir (ya cansa, demasiado), pero me gustó su
relación de tira y afloja, secretaria y jefe. Pero no una secretaria
sumisa, si no luchadora y atrevida. La parte del sexo me pareció muy
nueva, como dije, y hasta llegado casi al final del libro todavía
estaba un poquito reacia a entenderlo, pero me gustó y por ello leí
el segundo libro, por lo tanto pronto traeré la reseña. Saludos,
Danna.
•8/10•
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